Un 23 de junio comencé a trabajar en el Antiguo Convento de Boadilla del Monte, mi primer trabajo allí fue recepcionista del hotel, tras salir de la carrera de Hostelería y Turismo.
Era un hotel enfocado a los clientes de los eventos que albergaba el propio Convento, Mi contrato era temporal, de 4 meses de verano, y fue entonces mientras transcurría el tercer mes de mi
contrato, cuando me ofrecieron un puesto de trabajo en del departamento comercial.
Esta oportunidad me llegó gracias a los buenos comentarios que Daniela Da Pozzo transmitía a la Directora Comercial que tenía el Antiguo convento por aquel entonces.
Ella supo ver en mí ciertas aptitudes muy necesarias para un sector tan comprometido como es el de eventos.
De la forma que sea, acabé en un Dpto. Comercial con unas compañeras de trabajo muy profesionales que hacían darme cuenta de la gran formación que necesitaba, a pesar de tener los llamados “estudios necesarios”, algo que Daniela apuntillaba como “completamente secundario, aquí cuentan las aptitudes, y la pasión”.
Daniela se comprometió a enseñarme y formarme sobre todos los conocimientos que su larga trayectoria le habían brindando. La dueña de aquello, insistió en que me “pegase a Daniela y absorbiese todo lo que pudiera”..
Por supuesto me hizo fácil y sencillo todo el aprendizaje técnico necesario para desempeñar cualquier evento, pero lo más importante, es que ella me transmitió de la forma más humilde posible, su compromiso, dedicación y amor absoluto por este sector, y supo contagiarme, y una vez adquirí este sentimiento todo lo demás era como un juego, Desde la venta a la producción del evento con Daniela, todo era sencillo entre profesionalidad y buen humor, también supo hacerme disfrutar de las pequeñas metas que alcanzaba lo que me ayudaba a la auto motivación (como decía ella, objetivos alcanzables con lucha y escfuerzo, pero alcanzables) lo que generaba en mi una confianza que ni mis estudios y aptitudes conseguían por si solas.
El transcurso del tiempo hizo que nuestra etapa en el Antiguo Convento terminara y cada uno conseguimos un puesto de trabajo en empresas diferentes… lo que no sabíamos ninguno es que nuestro camino no había terminado de cruzarse ya que empezaríamos ambos un proyecto en otra empresa del sector. Gracias a sus enseñanzas, logré un puesto de dirección intermedia y responsabilidad sobre una finca de una marca increíble en bodas.
Un día mientras estábamos en la empresa que comento más arriba, Daniela me dio la enhorabuena por el buen profesional en el que me había convertido, y como siendo tan joven, estaba a la misma altura que mis compañeras con muchos mas años de experiencia, vendiedo y produciendo más de un millón de euros al año.
Le abrace fuerte y le di a ella la enhorabuena por haber sabido convertirme en el profesional que soy hoy en día, ya que sin ella, seguirá dando palos de ciegos buscando entre libros, el compromiso que te hace líder en este sector.
Gracias querida Daniela, por tu enseñanza en ventas y producción de eventos, buen hacer, compromiso, conocimientos trasladados, y el cariño y amor.
Daniel Yelmo (antiguo director de El Soto de Mónico – Grupo Mónico).