Por medio de esta carta, me permito destacar a Daniela como la gran profesional que es. Yo, junto con mi marido, somos unos de los tantos novios que, durante la organización de su boda en 2017, se enamoraron de su forma de trabajar, de su forma de poner el corazón en cada detalle para que todo fuera perfecto, de su empatía y su cariño para con nosotros (y me consta que para muchas otras parejas también).
Como anécdota, y para mostrar que, en mi opinión, si alguien ha nacido para amar su trabajo, esa es Daniela, recuerdo una cita que fijamos un día que Daniela tenía libre, y ella acudió con una amplia sonrisa y esa alegría que transmite siempre, aún llevando sin descansar varias semanas.
Elegimos el sitio donde casarnos, porque nos enamoramos del lugar, pero, hoy en día puedo decir con total seguridad, que elegiría el lugar que fuese siempre y cuando pudiera contar con ella, y su bien hacer, sus magníficas ideas, su cariño, su profesionalidad absoluta… fue una autentica suerte poder contar con ella, sin ninguna duda. Gracias a ella, todo salió perfecto ese día, y siempre tendrá un lugar en nuestros corazones, porque al final, el amor es eso, llevar en el corazón, y ella, lleva su trabajo cada minuto y así lo demuestra.
Quedo a su disposición, para cualquier aclaración sobre lo expuesto.